Ahora busco fotos en las cajas del rincón para verme llena de rizos y zapatitos graciosos cuando en blanco y negro quedaba grabada junto a mis padres posando a una vieja cámara.
Y busco mas pero hay pocas. Pero las que tengo me abren como un libro a mi padre, firme con sus brazos fuertes y grandes manos llenas de pecas descansando sobre mi hombro. La sonrisa picarona de mi escurrido hermano que dejaba ver su inquietud e intenciones de revolucionario. El rostro tristón de mi madre resignada con las circunstancias.
Encuentro también en mi caja ,las de los abuelos que sentados juntos bajo un eucalipto vigilaban a los nietos que jugaban en la huerta.
El con bastón de mando, que pocas veces dejaba de utilizar.Ella con la mirada dulce que seguramente le traía a la memoria su lejanísima infancia tan diferente, tan perdida.
Cubro mi emoción con esa trapera hilvanada con recuerdos.
ResponderEliminarPrecioso. Me encanta!! Todos tenemos una trapera a nuestras espaldas, son nuestros recuerdos.
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