Me encuentro de frente caras, de todos los colores y formas.
Van ocultas.
Las mascarillas que cayeron del aire, llegaron para recordar que ese aire que respiramos, se ha contaminado y como un bicho de patas afiladas, se mete de a poco por los poros.
El tiempo pasa lento, pegado al miedo y se cuela por los asientos donde no descansamos.
Se escuchan rumores, consejos, pánicos entrelazados con ideas que repetimos como si el mundo nos hubiese puesto patas arriba.
Y nos miramos de reojo , encontramos enemigos ocultos, amigos que nunca supimos que estaban.
Tosemos y la rueda deja de girar.
El miedo campa pegado a la piel. Todos somos víctimas de acciones que vimos venir y no paramos.
De injusticias a las que dimos la espalda, no es con nosotros,
Ahora tragamos. Nudos.
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