La cerca
¿Dónde quedaron las flores?
¿Dónde las trinitarias y las rosas encarnadas del patio?
Perdida quedó la espesa bruma
que bajaba reptando
anclándose en las agrietadas macetas.
Sobre el cemento, las huellas de esos
pasos que no volverán.
Ni la iglesia cercana
ni la bodega oliendo a especias
ni tus manos pecosas llenas
de tierra.
Huyeron por las rendijas del tiempo
junto a los árboles que no regaste
Junto a esas pisadas nocturnas que huelen
a tu tabaco y café de las tardes.
Ahora, sólo hierbajos tras ella.
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