Salpiqué lo simple con cosas buenas.
Susurré despacio en cartas sin abrir.
El tren amenaza con irse, pero vuelve sin terminar su recorrido.
Sobre sus pasos, escupiendo humo negro y arrastrando polvo seco.
Vuelvo, pero lo empujo. Tiene que irse. Tengo que dejar de verlo.

Impresionante el nuevo diseño de tu blog. La fotografía fantástica.
ResponderEliminarRespecto a esta entrada, siento que efectivamente hay trenes que es mejor dejar pasar y, sin embargo que uno lamenta no haber tomado nunca.
Un abrazo y otra vez, me encanta el aspecto de estos retazos tuyos.
quise decir que, sin embargo hay otros que uno lamenta no haber tomado nunca
ResponderEliminar